Defensoras y defensores del agua

Afortunadamente hay personas y colectivos conscientes de su valor para la vida, que cuidan y defienden el agua. La defienden de la contaminación o del abuso de las grandes industrias. Seguro que has oído hablar de Berta Cáceres o de la lucha de los pueblos andinos contra la mina Yanacocha…

El acceso al agua como derecho humano

El cuerpo humano es agua en casi tres cuartas partes y en condiciones normales de salud, esfuerzo y temperatura pierde algo más de dos litros diarios que hay que reponer para mantenerlo con vida. Sólo para mantenerlo con vida.

Pero además, una buena salud necesita de condiciones higiénicas adecuadas y del consumo de alimentos frescos. Todo ello es inviable sin un acceso suficiente al agua, por todo ello se considera un derecho. Según Naciones Unidas, el derecho al acceso al agua supone que cualquier personas pueda «disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para su uso personal y doméstico».

El agua es un bien escaso y su control está en el origen de muchos conflictos

Apenas el 2,75% del agua de la Tierra es agua dulce, y sólo un 0,01% aparece como agua superficial en lagos, pantanos y ríos. Únicamente una tercera parte de ese pequeñísimo porcentaje es agua limpia y ni siquiera está repartida uniformemente por la superficie del planeta. El agua es un bien escaso y muchos de los conflictos que aparecen en los informativos cada día tienen como trasfondo las tensiones generadas por el control de recursos vitales como el agua.