LAATASH

SINOPSIS

Las mujeres saharauis se enfrentan cada día a la sed de la hamada, a la maldición del desierto. Donde sólo les auguraban muerte han construido su refugio. Desde hace más de cuarenta años cuidan de que cada gota de agua se reparta de acuerdo a las necesidades de cada familia… y esperan. Hay una sed aún más terrible que la escasez de agua que seca las gargantas para la que no encuentran alivio.


The Saharawi women face the thirst of the hamada, the curse of the desert, every day. They’ve built their refuge in a land where no one could survive before. For more than forty years they’ve been holding out and taking care of their people there. They ensure every drop of water is distributed according to the needs of each family … and they wait. But there’s an even more terrible thirst in their throats, for which they find no relief.

PROYECTO

La Asociación de Amigos y Amigas de la RASD de Álava lleva más de treinta años trabajando en solidaridad con el Pueblo Saharaui por su autodeterminación y apoyándolo en su lucha diaria por la vida y la dignidad en un contexto inhóspito como es el de la hamada argelina donde están los campamentos de población refugiada saharui.

El abastecimiento de agua potable es imprescindible para la supervivencia en los campamentos, donde las reservas de agua se encuentran bajo el suelo, a varias decenas de metros en la mayoría de los casos. En este contexto, la Asociación lleva años contribuyendo a la instalación, mantenimiento y gestión de sistemas de distribución del líquido vital.

Las mujeres juegan un papel esencial en la gestión del agua a través de los comités de reparto, pero esa labor es desconocida. ‘Laatash’ pretende ser un altavoz para sus palabras.

La película nace de la colaboración entre jóvenes saharuis de la escuela de cine de los campamentos, la EFA Abidin Kaid Saleh, y jóvenes de Euskal Herria seleccionados mediante el concurso Saharaz Blai (enlace), puesto en marcha por la Asociación de Amigos y Amigas de la RASD con el apoyo de la escuela, el Festival de Cine y Derechos Humanos de Donostia y el FiSahara, y la financiación de la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo.

El grupo, coordinado por la Asociación, y dirigido por la documentalista Elena Molina rodó durante una semana en los campamentos en estrecha colaboración con los comités de mujeres y con la colaboración del gobierno de la RASD.